El héroe que llevamos dentro
Porque todos necesitamos un héroe. Y era fácil identificarse con Peter Parker: atenazado por la culpa, por el remordimiento de saberse cómplice indirecto de la muerte de su tío y por el miedo a poner en peligro a sus seres queridos, nuestro trepamuros llevaba en secreto su doble identidad. Porque todo gran poder, como sabemos, conlleva una gran responsabilidad. Porque la heroicidad consistía en no esperar reconocimiento público, en saber que estaba haciendo lo correcto. Peter era un desastre en su vida personal: sin dinero, vilipendiado por su jefe Jameson, condenado a esconderse –y ser llamado cobarde- de las chicas que amaba. El eterno incomprendido. El empollón torpe.
Así era Peter de adolescente. Es cierto que, con los años, el héroe creció, se casó con la mujer de su vida y asumió una madurez responsable. Pero, ¿cuándo no había sido responsable?. La vida, al fin y al cabo, es ir asumiendo decisiones.
Yo crecí con Peter.
Crecí y me gradué como él. Trabajé en empleos basura como él. Me abandonaron novias como a él. Fui amigo de mis amigos. Me fallé y me fallaron. Encontré a la mujer de mi vida y la perdí. La reencontré y la quise más. Todo eso lo leí en sus aventuras.
Sí, es cierto. Yo no trepaba muros. Ni lanzaba telarañas haciendo bromas infantiles.Por eso, claro, era mi héroe. Porque me reconocía en él y, al mismo tiempo, realizaba hazañas imposibles de imaginar para mí. Era un perdedor para los demás. Pero un héroe para sí mismo. Y, más importante, para quienes le querían y confiaban en él. Era una buena persona. Sencilla, honesta, sacrificada. Un ejemplo. Una esperanza de ser mejor.
De pequeño siempre quise ver una peli que reflejara todo eso.
Ahora, por si alguien no la hubiera visto ya, podéis verla. En Canal + vuelven a emitir “Spiderman 2” . Es magia. Podréis ver a Peter debatirse entre sus deseos y su responsabilidad. Y miradas. Podréis ver miradas que se buscan, que dicen todo sin decir nada. Veréis a Robbie (ese Robertson ídolo de mi hermano: el ejemplo de cómo un buen secundario puede construirse con los años) mirar cómplice a Peter, a tía May –que tira comics como mi madre, ay- bendiciendo a su sobrino sin decírselo. A Mary Jane buscar al que sabe su amor en una butaca vacía, en un callejón oscuro. Veréis a Spiderman sin su máscara en multitud de ocasiones. Porque la máscara no hace al héroe.
Vuestro sentido arácnido no dejará de vibrar. Porque Raimi nos recuerda que todos necesitamos un héroe. Y el mío fue, es, siempre será, Spiderman.
3 Comments:
Es cierto, el otro día la vi en canal + y me gustó mucho más que la primera parte. Una buena peli, sí señor, sobre todo la primera parte en que se dejan ver todos los conflictos interiores del personaje. Además, después de "Spiderman 2", pasaron "Hulk" y "X-Men 2". Una tarde completa.
¡Bienvenido, bribón!.
Pues sí: una tarde completa. También sostengo que la segunda parte de "X-Men" es mejor que la primera. Y soy un firme defensor de la inclasificable peli de Ang Lee, que no da a nadie lo que espera: creo que es uno de los fims más desconcertantes de la historia. Ah, pero convierte un simple viaje en helicoptero en una experiencia virtual de viñetas que traspasan el comic.
Yo espero que la tercera parte de Spidey esté a la altura. Por de pronto, el Hombre de Arena viste su traje presidiario de los 60 (punto a favor). Eso sí, que Veneno sea uno de los villanos ya no me gusta tanto (me recuerda, tú lo sabes, al ínclito MacFarlane). Además ¡qué manía esta de acumular villanos para llenar metraje! ¡Si Alfred Molina ocupa todo, caray!
Dos abrazos, bribón: uno para tí y otro para ese reciente hijo que esperas (de forma redonda y con canciones bajo el brazo).
Creo que esta es mi primera entrada en tu blog. Cuando tenga tiempo me gustaría leer tus artículos con detenimiento, pues he hechado una mirada rápida y me han gustado mucho... sobre todo los de Peter David y Spiderman-2. Mi héroe favorito es Superman pero muchas veces está empatado con Spiderman y Batman. Hasta el próximo comentario.
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