viernes, diciembre 02, 2005

A veces es mejor seguir adelante

Es difícil que un guionista en la actual Marvel permanezca más de 12 números seguidos al frente de una colección.
Ahora se prima el impacto mediático, contar pequeñas historias que no alteren el status quo de un personaje para ser recopiladas posteriormente en tomos (lo que lleva que una historia que antes se contaba en dos números ahora se alargue innecesariamente a seis).
En los 80 y 90, hubo un guionista que permaneció 14 años al frente de "El increíble Hulk", rescatando al personaje del olvido y volviéndolo complejo, interesante, poliédrico.
Se llama Peter David, maestro y friki. Enorme argumentista, excelente dialoguista. 14 años construyendo una única historia. Leer ahora todos sus números es una lección de humildad a aquellos que creen saber escribir (los podéis encontrar fácilmente en el coleccionable de 50 números de Planeta, todavía disponible en tiendas especializadas).
Y un día le obligaron a dejar la colección, cuando remontaba el vuelo tras un problemático divorcio y algunos problemas personales. Cuando tenía en la recámara decenas de historias que aún quería contar. Malos tiempos para la lírica, sí.
Y decidió acabar de la manera más poética posible. En dos números que significan su adiós a sus personajes más queridos (The Incredible Hulk 466 y 467). Sabedor que sus logros serán desbaratados, más temprano que tarde, por futuros guionistas, decide matar a Betty, su personaje favorito (en una clara metáfora al fin de su matrimonio real, día y hora exactos) y cuenta (en boca de un secundario, Rick) todos sus planes para la serie, todos aquellos planes que ya no contará. Decide contar el posible futuro de Hulk, tal y como él lo contaría. Un aluvión de tramas y subtramas que se resiste a que el aficionado no conozca. Los planes de tres años, 36 números aproximadamente, de colección. Todos sabemos que hay personajes a los que no se les deja crecer, evolucionar... por eso impresiona tanto ver que todos estos años David tenía una idea clara de adónde llegar, de qué contar. Es el 467 un número crepuscular, un número donde vemos envejecer a todos los personajes, donde contemplamos su destino. Nunca he visto una despedida mejor en condiciones tan adversas.
Pues bien, en un determinado momento, un Bruce Banner desesperado, suicida, le comenta a Rick "Creo que Marlo y tú os habéis separado. Reorganiza tu vida, Rick. Descubre qué es lo importante. Es la única lección que puedo darte. He buscado el poder. Lo he buscado intentando dominar la naturaleza mientras la destruía. Ser el más fuerte que existe. Pero el único poder significativo es el poder que tenemos de ayudarnos unos a otros. Y ningún poder supera al amor, Rick. Es cursi, pero es verdad". Es Rick quien narra ese encuentro. Bruce se marcha y le vuelve a comentar "A veces es mejor seguir adelante". Se despide y es la última vez que se ven. Y Rick se pasa los siguientes años esperando su vuelta, recordando el sabor de un beso de Betty, buscando motivos para vivir, sobreponiéndose a las tragedias de una colección ya de por sí trágica. Hasta que el guionista escribe su última frase: "Ésta es mi historia, y ya he contado bastante".
Y es que a veces no hay nada más que contar.