martes, febrero 14, 2006

Clooney y yo

Tengo una amiga, que supongo me quiere mucho y bien, que un día me dijo lo que todo varón treinteañero sueña que le digan. “Si tuviera que elegir un hombre mayor de treinta, me quedo con George Clooney …. y contigo, claro”.
Salvando las mentiras piadosas que se dicen llevados por el cariño, déjenme regodearme de nuevo en la frase “George Clooney… ¿y yo?”. Ay. Lástima que no me espetó la frase de marras cuando estuviera borracho o después de una experiencia mística (no sé, después de escuchar un disco de Idaira, por ejemplo). Lástima, pues, que sepa que es mentira. Lástima que las palabras “Clooney” y “yo” estén sólo separadas por varios espacios y haga que la comparación sea tan odiosa.
Y eso que procuró que no se notase demasiado… dudó un poco, sonrió mucho (una de esas sonrisas que engañan por cautivadoras) y lo soltó con cierta complicidad mutua. Sabedora, claro, que para mí Georgey es un icono, una meta inalcanzable, un espejismo de seducción.
Porque uno no ha tenido la suerte de vivir el esplendor de un Cary Grant, de un Rodolfo Valentino. Ni siquiera de un joven Dean o Brando. Seductores natos, por un igual entre hombres y mujeres. Capaces de provocar suspiros entre las féminas y envídia (nunca sana) entre los machos. Eso sí, una envidia sin rencor. Georgey tiene esa –muy difícil- cualidad de no desagradar a nadie. De resultar encantador. De esbozar una sonrisa (como mi amiga) y cautivar a su interlocutor. De vestir cualquier prenda y hacer que luzca más. De envejecer sin intentos de no aparentarlo. De tener un estatus ganado y arriesgarse a seguir creciendo, como profesional y como icono. Porque Brando es Brando al tener un talento descomunal. Sino, se hubiera quedado en un Rock Hudson cualquiera.
Y voilà: nuestro Georgey no sólo es guapo y encantador. Si nos engañamos un poco y olvidamos que el cine es un trabajo de equipo –sobre todo en el cine estadounidense-, nuestro héroe sabe escribir, sabe dirigir y sigue sonriendo como nadie sin esconder unos kilitos de más.
O séase: Georgey es ese hombre que todos quisiéramos ser. Esos hombres que, te imaginas, entran a una comunidad de vecinos y sus propuestas, por muy descabelladas que sean, son jaleadas y aprobadas sin ningún resquemor. Ese hombre que, reconociendo haberse saltado un semáforo, es perdonado por un guardia que le alaba su honestidad. Ese hombre que no nos imaginamos probándose ningún traje italiano porque son las prendas las que se pelean porque las lleve puestas.
Georgey es ese hombre que las féminas (y muchos gays) imaginan perfecto. Ese prototipo de hombre que, dicen, todavía no ha aparecido porque nos faltan una o dos generaciones para cambiar del todo, para desprendernos de siglos de estereotipos. Vamos, para dejar de ser hombres. Para dejar de incomodar a las mujeres que nos aguantan.
Georgey es ese varón que imaginamos elegante en las formas y en el fondo. Que te cocina una bechamel mientras te explica el argumento de “Tosca”. Que te arregla un enchufe mientras escucha tus pequeños problemas diarios. Que acude a una cena familiar y es capaz de disfrazar polémicas y conversaciones, incluso políticas, arrancando una sonrisa de suegros y cuñados.
Le devuelvo el cumplido, pues, a mi amiga: si no tuviera a mi lado a la chica más esplendorosa, me quedaba con la Ava Gardner de “Forajidos” y contigo. Sin dudarlo.

3 Comments:

At 7:59 a. m., Anonymous Anónimo said...

Gracias, majo.
Firmado: George

 
At 10:24 a. m., Blogger OmegaMen said...

...Si George leyera algún comentario, no dudes que batiría records de teléfonos y mensajes...

 
At 2:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

It's lighter (299 grams to 325 for the SuperQuad), has a longer shaft (46 inches to 45), which should create more momentum in the swing. golf packages In the past 10 years, we've seen two types of players with completely different ways to play golf, said Sean Toulon, executive vice president for product creation at TaylorMade. They're very calculating, technical people. He missed the cut at the Buick Invitational, which he won in 2004 in another one of his comebacks, and didn't make it to the weekend at the FBR Open in Phoenix.

 

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